Los padres de niños afectados con Autismo han mantenido la inquietud a través del tiempo de cómo protegerlos en la etapa adulta, sobretodo si el grado de discapacidad esta dentro del promedio de este síndrome. Una gran mayoría de estos jóvenes tiene multideficit (otras enfermedades asociadas al autismo)
En estos momentos nuestro país solo cuenta con escolaridad especial subvencionada hasta los 26 años. Una vez que se acaba esta etapa, los jóvenes del espectro autista quedan a la deriva, pues en una gran mayoría son personas que necesitan ser asistidos en varias áreas para mantener su propia vida.
Por la experiencia que se tiene hasta el momento, cuando un joven con este síndrome termina la etapa de escuela-taller y cuenta con una familia, puede tener protección en algunos aspectos como son alimentación, aseo y cariño, pero, lejos de lo que se cree sobre estas personas, ellas también necesitan seguir aprendiendo cosas, tratar a otros individuos, distraerse y, sobretodo, gastar la energía sobrante para no caer en descompensaciones agresivas para si mismo o con los demás.
Hay que recordar que estamos hablando de adultos jóvenes, que sus familiares mas cercanos son los padres, gente con menos fuerza y con algún deterioro por lo que les ha tocado pasar con este hijo. Si hay hermanos, es difícil hacerles sentir que obligatoriamente tienen que compartir con su futura familia a un ser con esta discapacidad.
Los padres pedimos como un derecho humano la posibilidad de tener un subsidio para poder crear lugares protegidos que alberguen a estos seres que, por su naturaleza, no saben de maldad ni tienen la capacidad de defender su propia persona.
La probabilidad de vida de ellos está dentro del promedio general de la población de Chile.
No queremos una casa de orates, necesitamos sitios agradables con personal calificado para atender a los adultos del espectro, tomando en cuenta las características propias del autismo. (Manías, deseos de huir, rutinas, poca o nada comunicación oral, ignorancia del peligro, disparidad general en el comportamiento y enfermedades asociadas).
Pueden ser granjas agrícolas o establecimientos amplios que cumplan con estos requisitos donde, a la vez, puedan tener una estadía transitoria o permanente según sea la necesidad de la persona.
En muchas ocasiones la familia necesita hacer trámites o viajar fuera de la ciudad y no cuenta con un lugar apropiado para dejar al hijo con tranquilidad.
Una familia promedio no cuenta con la capacidad económica como para acceder a clínicas privadas que atiendan esta problemática.
Lo ideal sería que las asociaciones o centros de padres y amigos de los autistas sean los garantes en la creación de estos lugares, para procurar lo más adecuado que debe hacerse para atender esta necesidad originada en la cantidad creciente de diagnósticos que están dentro del Espectro Autista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario